5.MOSAICOS SALA PRINCIPAL (nº1)

ÁBSIDE:   1. Descripción.      2. Análisis y        relaciones .

SALA:      3. Descripción.     4. Análisis y relaciones .

  

 

26. Composición general

  La sala consta de dos sectores arquitectónica y decorativamente diferenciados: el ábside y la estancia propiamente dicha.

            ÁBSIDE:                        

          1.Descripción   

  Fue la parte que primero se descubrió. Los restos se encontraban casi a nivel de superficie por lo que la acción de los arados había producido un alto nivel de deterioro, sobre todo en la parte externa del arco. Precisamente el descubrimiento de algunos de estos restos dispersos en montones de piedras cercanos fue lo que condujo a la localización exacta del área señorial de la villa.

Es de elaboración material y decorativa distinta a la sala, posiblemente sea un pavimento reutilizado procedente de otra habitación más antigua (nº14) del sector E. Está formado a base de teselas pequeñas de 1 cm. de lado, de material poroso, calizo y de forma cuadrada irregular. Los colores son: azul claro para delimitar las figuras, rojo oscuro, marrón y ocre como colores de relleno y ocre claro para los fondos.

La composición está  organizada alrededor de un segmento circular central en cuyo interior se dibujan tres flores iguales en forma de cáliz, una en el medio en posición vertical y las otras dos , una a cada lado en posición inclinada con las hojas enfrentadas (fig.26).

 Los modelos, con un elevado nivel de geometrización, tienen todavía reminiscencias naturalistas que recuerdan vagamente las flores de lis (arriba) . Se diferencian con cierta minuciosidad el cáliz, las hojas, etc. Se enmarca de dentro a fuera por las siguientes orlas: una de trenza simple de dos cabos, una segunda de peltas contrapuestas con remate en cruz  y la más exterior de dobles semicírculos entrelazados que determinan ojivas y “cabezas de clavo”. En la parte recta que cierra el semicírculo una trenza en tenaza (“guiloche”).  En la parte inferior, debajo de la orla de peltas hay una ancha banda con tres rectángulos que contienen meandro de esvásticas enlazadas en llave (fig.30), alternando con éstos dos cuadrados en punta con cinta curva continua cruzando sus lados (arriba). El paso a la habitación se hace mediante un umbral dividido en dos bandas rectangulares, la más ancha se decora con una línea de nueve cuadrados en punta de cuyos lados salen lóbulos circulares que se cruzan por detrás (fig.27). La otra banda, mucho más estrecha es de peltas contrapuestas, como las descritas antes.

          

           Ábside: 2.Análisis y relaciones   

Las ojivas de la orla exterior, según Fernández Castro (FERNÁNDEZ CASTRO, 1983) tendrían una amplia difusión desde el siglo II al IV en Italia y las regiones trasalpinas, pero en blanco y negro. Los modelos polícromos, como éste que estudiamos, son de influencia norteafricana que llegó hasta la Aquitania y se aprecia en otras villas hispanas, donde encontramos paralelos , como en Cuevas de Soria (FERNÁNDEZ CASTRO, op. cit.) , en la también soriana de Santervás del Burgo ( BLÁZQUEZ,1983 ) y en Mérida (BLANCO 1978). Todos ellos están comprendidos entre principios y finales del siglo IV d.C. 

La línea de peltas contrapuestas que se halla  a continuación tiene también paralelos en algunas de las villas citadas anteriormente, en Cuevas de Soria  , en la villa del Prado en Valladolid  (WATTEMBERG,1964 ) , en Santervás del Burgo y en Los Quintanares (BLÁZQUEZ, op. cit.).

Las flores del escudo central responden a modelos muy poco conocidos, de manera que no se han encontrado paralelos ni en Hispania ni en otras partes del Imperio.

  Las esvásticas, que aparecen enlazadas de cuatro en cuatro (en “llave”) en la banda inferior del ábside, son un tema de origen muy antiguo y de gran difusión en la musivaria romana desde el principio hasta épocas muy tardías y durante todo el Imperio. Estos enlaces en llave parecen ser más frecuentes en época bajoimperial, sobre todo a partir del siglo III. Hay muchos paralelos entre los que citaremos los de la villa del Prado (Valladolid) antes mencionada y los de Dueñas (PALOL, 1963 ). En cuanto al cuadrado con cinta curva cruzando sus lados que alterna con el tema anterior, es poco empleado en mosaicos hispanos y europeos, pero frecuente en los del Norte de África. Entre los pocos paralelos destaca el de la sinagoga de Elche (PALOL 1967  ) y el de la villa de Algorós (MONDELO, 1985.      

 SALA:

27. Detalle banda de paso del ábside

       3. Descripción     

La gran sala, de forma cuadrada, presenta características técnicas y estilísticas diferentes al ábside. Las teselas, también de factura irregular , son algo mayores que en aquél (1,5 cms. de lado por término medio). Los colores, asimismo, varían: blanco para los fondos y bandas, negro azulado para filetes y contornos de figuras y marrón y rojo rosáceo para relleno de las mismas. Estos dos colores últimos aparecen solamente en este mosaico. La ejecución, igual que en el ábside, está bastante cuidada.

El esquema general es un cuadrado formado por cuatro rectángulos que enmarcan un cuadrado central (fig.26).

El rectángulo N. muestra una composición  de octógonos irregulares y cruces adyacentes, determinando entre ellos hexágonos oblongos. Los octógonos se decoran en su interior con florones de ocho pétalos, nudos de entrelazo de ocho bucles, imbricaciones y cuadripétalas separadas por flores de lis.  El rectángulo O. es una alfombra continua de triángulos isósceles en blanco y negro (fig.32). El rectángulo S. es de mayor anchura que los demás y tiene cinco filas de círculos de distinto tamaño tangentes entre sí, las dos más grandes contienen cuadrados inscritos decorados con temas muy  diversos: esvásticas, cuadripétalas, dameros etc., los círculos pequeños contienen cruces en aspa. Por último, el rectángulo E. tiene un esquema decorativo formado por círculos secantes y tangentes entre sí que determinan estrellas de cuatro puntas de lados curvos con cuadrados en la parte central y pequeños triángulos en las puntas (fig.28).  El cuadrado central está compuesto por tres orlas de enmarque: la más exterior, de mayor anchura que las demás está formada por franja de meandros de esvásticas de doble filete (fig.31) la intermedia, mucho más estrecha contiene una trenza de dos cabos (fig. 32) y la interior cuatro rectángulos con rombos que contienen hojas de hiedra y cuadripétalas de hojas desiguales y en las esquinas cuatro cuadrados con florones de cuatro y ocho pétalos alternando (fig.33).  El centro lo ocupa un escudo de triángulos curvilíneos cuyo umbo contiene un nudo de entrelazo de cuatro lóbulos (fig.29) y, en los ángulos, cuatro cálices trífidos.

            

                     28. Lateral derecho.Estrellas                                                      29. Nudo de entrelazo del escudo central

           

Sala: 4. Análisis y relaciones.   

El esquema de la composición general (cuadrado formado por cuatro rectángulos alrededor de un cuadrado más pequeño) es raro en grandes superficies, pero procede de un motivo de orla de bastante uso en la musivaria romana. Frecuente en Italia y en la Galia, en Hispania encontramos numerosos ejemplos en Mérida: Casa del Mitreo, de mediados del siglo II, en la Casa del Anfiteatro, del siglo III y en la Casa Basílica del siglo II (BLANCO , 1978 ). A partir del siglo III este tema se hace muy raro y llega casi a desaparecer del repertorio decorativo. Su empleo en este mosaico de Monroy supone un ejemplo mas, y no el único del renacimiento de motivos antiguos que se produce en el siglo IV, empleando técnicas aparentemente regresivas como el blanco y negro.

               

30.Esvásticas en llave.Ábside            31. Esvásticas orla central             32. Lateral izquierdo. Triángulos

La composición de octógonos irregulares y cruces adyacentes que dejan entre ellos hexágonos oblongos así como gran parte de los motivos decorativos del interior de las figuras, se estudian en la habitación número 5, donde  se repiten casi todos. Lo más característico de la decoración de este campo son las imbricaciones o escamas que decoran algunas figuras que ya aparece en Italia en época republicana y es  muy frecuente en mosaicos en blanco y negro de Pompeya y Ostia y en mosaicos polícromos de los siglos III y IV d. C. En Hispania encontramos este tema en las ya citadas villas sorianas de Los Quintanares y Santervás del Burgo (BLÁZQUEZ ,1983 ).

El damero de triángulos isósceles del rectángulo occidental, en blanco y negro, es también un tema antiguo y relativamente poco usado. En alfombra continua, como éste, encontramos para lelos en Mérida, en la Casa del Anfiteatro, en un mosaico del siglo III en el que alternan triángulos negros y rojos (BLANCO, 1978). Los ejemplos en blanco y negro no llegan más allá de finales del siglo II, ya que en el III son polícromos. Se trata, por tanto, de un nuevo ejemplo de temas antiguos en mosaicos tardíos.

La composición de círculos secantes y tangentes con estrellas de cuatro puntas de lados curvos del rectángulo E es, según Fernández Castro, tardía, pues no aparecen paralelos antes de la mitad del siglo IV a. de C., ni se encuentran ejemplos en Pompeya o Roma. Supone una variante muy elaborada de la roseta de cuatro pétalos, de gran éxito en la musivaria romana de todas las épocas. Un ejemplo casi idéntico lo tenemos en la villa de Cuevas de Soria (FERNÁNDEZ CASTRO,1983) y en Rielves (Toledo)( FERNÁNDEZ CASTRO, 1977-78 ) se repite en dos mosaicos que son del segundo y tercer cuarto del siglo IV.

             

    32. Detalle trenza y roseta marco escudo central                 33. Detalle marco escudo central (roseta y losanges)

 Como motivo central tenemos la roseta o escudo de triángulos curvilíneos. Becatti    (BECATTI,1965 ) indica su procedencia del clipeus helenístico, en cuyo centro se colocaba la cabeza de Gorgona. La composición producía un efecto ilusorio de superposición de escamas y convexidad. En el siglo I a. de C. se sustituyen las escamas por triángulos y el tema central por rosetas, lográndose una perspectiva cóncava en lugar de convexa.  Según R. Mondelo (MONDELO,1985 ) suele presentarse casi siempre inscrito en un cuadrado con las esquinas ocupadas en principio por tridentes y delfines que se identificaban como símbolos de Poseidón, más tarde  se sustituyen por cráteras o motivos vegetales. Abarca  un amplio espacio cronológico, desde antes del siglo I hasta finales del V o principios del VI. Se difunde en fechas tempranas desde Italia por la parte occidental del Imperio, Hispania y la Galia principalmente. En Oriente y en África sólo se encuentran ejemplos aislados.

           En Hispania es un tema de gran aceptación. Se siguen los modelos itálicos en blanco y negro en la mayoría de los casos, aunque no faltan ejemplos con los triángulos   de otros colores,  como algunos de Mérida  (BLANCO 1978) del siglo III. Como ejemplos tardíos citaremos uno de Algorós (MONDELO,1985 ) de la segunda mitad del siglo IV y otro más tardío de Vilagrasa ( BALIL,1971). 

             El nudo de entrelazo de cuatro bucles que ocupa el centro del escudo se repite en otros mosaicos de la villa, pero son escasos los paralelos en la península. Algún ejemplo tenemos en la villa de Dueñas (PALOL,1963 ) o en un mosaico de Talavera de la Reina (BLÁZQUEZ, ”Corpus V ,1982 )   Los cálices trífidos que hay en en los triángulos comprendidos entre el marco y el escudo se repiten en el mismo lugar en el ábside del mosaico de la habitación número 5. Estos diseños florales tienen especial aceptación en la Galia y regiones del N. del Imperio. Ejemplos tempranos de cálices en las esquinas de escudos los tenemos en Orange (LAVAGNE,1979 ) y en Châtelard (GONZENBACH,1961).                                                                        

         Los losanges con semicuadrados de lados curvos que tenemos en el marco son un modelo de gran difusión en el N. de África durante el Bajo Imperio. Encontramos paralelos exactos en Cuevas de Soria, donde es un tema muy repetido (FERNÁNDEZ CASTRO, 1983 )y se fechan en la segunda mitad del siglo V.

         Las hojas de hiedra opuestas por el pedúnculo que rellenan los rombos pueden verse en Los Quintanares ( BLÁZQUEZ ,1983 ). Las flores de cuatro pétalos desiguales de los rombos laterales se emplean en Los Quintanares y en el Hinojal (cerca de Mérida) (ÁLVAREZ,1976 ). Las rosetas de ocho pétalos de los cuadrados de las esquinas que aparecen también como tema de relleno en los octógonos del rectángulo N, las podemos ver también en un mosaico de Caravaca (BLÁZQUEZ, Corpus IV,1982 ) y en otro  de Baños de Valdearados (ARGENTE,1979 ) que son de finales del siglo IV o principios del V d.C.

 

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