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4.COMPLEJO NORTE.
1.Dependencias al inicio de la ladera.
2. Vivienda principal .
3. El hórreo.
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24.Vista general y distribución |
1.Dependencias al inicio de la ladera.
A partir del embalse, siguiendo en dirección Norte, se inicia
otra de las zonas de asentamiento que ocupa la ladera y la cima de
la colina. Al parecer fue la primera construida y
habitada y continuó en uso al mismo tiempo que la mas reciente del
complejo Sur que se ha descrito antes.
Al comienzo de la ladera, cerca del arroyo , se observan diversas edificaciones aisladas constituidas
por dependencias de formas rectangulares muy alargadas. No se encontraron
en ese sector restos de tejas. Esta ausencia de cubierta cerámica y
las características de las estructuras, hace
pensar en que estuvieron rematadas por ramajes y que su destino no fue el
de habitaciones, sino el de establos o cobertizos, razón por la que se
encuentran separadas de la zona de vivienda.
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2. Vivienda principal.
A
media ladera,
aparece otro complejo de edificios situados en torno a un patio de forma
trapezoidal con notable pendiente. Los situados en el lado S. no
tienen acceso desde él y tampoco estuvieron techados con tejas. Disponen
de una red de canales excavados en la misma roca natural, y
se pueden interpretar también como estancias de estabulación de animales.
El ala E. del patio contiene cinco
habitaciones de superficie reducida con entrada independiente y directa
desde el mismo. Algunas de ellas disponían de un hogar y molinos de mano,
por lo que pueden ser consideradas como unidades de habitación. El
hallazgo de restos de fundición en una de ellas conduce a pensar que
estuvo destinada a actividades metalúrgicas.
La zona superior, que domina el patio, formó la vivienda
principal en los momentos iniciales de la vida del asentamiento. A
diferencia de la del complejo S., la casa poseía menores dimensiones; era
rectangular y disponía de un acceso en la zona central que daba paso hacia
un posible patio al que se abrían cuatro habitaciones en el frente y una
de tamaño mayor en el lado occidental que contenía un hogar en el centro.
En un momento del desarrollo de la vida del yacimiento se amplió hacia el
lado oriental con una habitación más y se situó un muro paralelo a todo el
lado Norte por el exterior, a muy corta distancia del ya existente, cuya
función no ha sido posible explicar.
En otro de sus lados, el
occidental, existe un notable engrosamiento de uno de los muros de cierre.
Una interpretación posible es la de que este muro hubiera servido de base
a una escalera mediante la que se alcanzaría desde el exterior un segundo
piso o zona aterrazada. Los accesos a las habitaciones que componen este
edificio, aparecen claramente señalados mediante umbrales de pizarra sobre
las que debieron existir puertas de madera de una sola hoja, de las
conocidas como rangua, que se abrían o cerraban en ambas direcciones,
merced a un eje que se encajaba en sendos orificios situados en el umbral
y en el dintel, respectivamente.
El lado occidental cuenta
con diversas habitaciones de diferente forma, tamaño y estado de
conservación. En este ala es donde estuvo situado el patio, como hemos
indicado antes. Se accedía a través de un
ancho pasillo al que flanquean sendas habitaciones que abrían directamente
a él. El conjunto se cerraba mediante una puerta de dos hojas, de la que
se conservan los bloques con orificios en los que giraban los batientes.
25. Estructura del hórreo (según E.
Cerrillo y otros)
3. El hórreo.
Más arriba aún, en la
cima de la colina aparece un extraño, aunque interesante, edificio
aislado constituido por un espacio cuadrado que se sitúa en la parte
occidental y una serie de ocho muros paralelos entre sí y de idéntica
longitud (fig.25). Se trata de un hórreo cuya función era la de contener el grano u
otros productos agrícolas perecederos. Sobre esos muros paralelos
aparecieron lajas de pizarra que actuaban a modo de puente entre ellos y
servían de pavimento. De este modo, el grano o los productos almacenados
sobre él no se situaban directamente sobre la tierra, con lo que se evitaban
los efectos de la humedad, al tiempo que la zona inferior permitía la
circulación del aire bajo el pavimento. Era este el tipo de almacén de
grano conocido en otras zonas del Imperio, y coincide con las
recomendaciones que los agrónomos latinos hacían sobre la posición en los
lugares altos, aislados y de buena ventilación.
Muy cerca del hórreo
apenas se conservan escasas huellas de lo que constituyó el primer
asentamiento humano de “Los Términos”, formado por una cabaña del periodo
Calcolítico. En el momento de la prospección arqueológica sólo era visible
un canal que recibía una empalizada de postes de madera con cubierta
vegetal sujeta por pellas de barro, conservadas en las inmediaciones, con
impresiones de los ramajes. Las cerámicas de los alrededores permiten
situarla en una época en torno al 2.000 a. C.
( arriba )
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