FIESTAS
PRINCIPALES
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Texto: Mª Teresa Gómez
Historia.
La ceremonia.
La Cofradía de la Virgen
del Rosario.
HISTORIA
No hay testimonio
escrito que indique con exactitud cuando comenzó a celebrarse la fiesta de
las Candelas, pero sí se tiene certeza de que siempre ha estado ligada a
la cofradía de Nuestra Señora del Rosario.
Sin embargo, se van a
indicar algunas fechas que pueden ayudar a situarnos en diferentes
momentos de la historia de la fiesta de Las Candelas. En 1879 se eligió
mayordoma perpetua a Dª Manuela Mariscal, maestra del pueblo y que dejó
escritas muchas notas sobre usos y costumbres que no han llegado hasta
nosotros. Todo lo que se refiere nos ha llegado por relatos de algunos
familiares.
Mi
abuela Antonia del Sol, mayordoma en 1889 por fallecimiento de Dª Manuela
Mariscal, indicaba que, por la información recogida en libros y archivos
por parte de Dª Manuela, persona culta, al fundarse la fiesta de las
Candelas las purificadas eran cuatro mujeres que en el año hubiesen tenido
su primer hijo y que, al igual que la Virgen, acudían al templo a
purificarse y a ofrecer el niño. Cantaban las coplas, cuyo origen parece
ser que se remonta al medioevo, al son de la pandereta
La ofrenda no era la
rosca de piñonate que hoy se hace, sino frutos de la tierra como cereales,
embutidos, huevos, quesos, etc., según las posibilidades del oferente.
Después de misa se subastaban todos estos productos. Las purificadas iban
vestidas a la usanza de la época. No existían los trajes regionales y el
distintivo era una mantilla blanca a la cabeza.
La primera rosca se
ofreció en la primera década de 1800, pero no se sabe con certeza si era
de piñonate o de otra clase de dulce.
Al resurgir en el
siglo XVIII los trajes regionales (se consolidaron en el siglo XIX), las
personas pudientes se los hicieron y empezaron a utilizarlos en dicha
fiesta y como no había muchos se los prestaban unas a otras. En principio
los trajes no eran tan ricos como en la actualidad. Los refajos no eran
bordados ni tampoco los mantones de la China. Con el tiempo estas prendas
han ganado mucho en calidad y vistosidad.
Desde hace más de un
siglo las purificadas son cuatro jóvenes del pueblo elegidas por la
mayordoma de la cofradía de la Virgen del Rosario. La que mejor canta es
la solista y lleva la pandereta y otras dos llevan en un cesto una pareja
de tórtolas o palomas. Las roscas de piñonate son portadas por las
personas que las han ofrecido o algún familiar, pudiendo ser hombre o
mujer.
Las coplas son
alusivas a la purificación de la Virgen, según la ley de Moisés. Se
acompañan de la pandereta que lleva la solista. Los estudiosos y
entendidos dicen que las coplas son del medioevo y el son de la pandereta
es árabe.
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Las ofrendas son dos
tórtolas o palomas y la rosca de piñonate. Como hay muchas personas que
han ofrecido a la Virgen la rosca, desde hace algunos años se hacen tres
roscas de piñonate para la ofrenda. Las jóvenes que llevan las ofrendas también se visten con el traje regional.
Las
purificadas llevan la cabeza cubierta con un pañuelo blanco suelto, las
que llevan las roscas mantilla blanca y las que llevan la Virgen en
procesión mantilla negra.
Desde 1997 se hacen en
el pueblo pequeñas roscas de piñonate para obsequiar a los asistentes a
misa repartiéndolas en el portal de la iglesia. La Asociación Cultural
Santa Ana es la encargada de hacer estas pequeñas roscas de piñonate,
sufragando los gastos el ayuntamiento. También éste corre con los gastos
de las velas que toda la corporación municipal porta encendidas en la
procesión.
LA CEREMONIA
El día dos de febrero
a las doce de la mañana se celebra la misa solemne con un repique previo
de campanas. Se bendicen las velas y se inicia la procesión alrededor de
la iglesia con las autoridades acompañando a la Virgen con las velas
encendidas seguidos de todo el pueblo y forasteros que este día acuden en
gran número. La imagen de la Virgen la sacan de la iglesia jóvenes
vestidas con el traje típico extremeño.
Aproximadamente a las
12,30 horas empieza la misa. Durante el ofertorio las purificadas cantan
las coplas alusivas a la purificación de la Virgen.
Dentro de la cancela,
con las puertas cerradas, comienzan a cantar con la siguiente letra:
Dadnos licencia Señor,
para entrar en vuestra casa , confesaremos tu nombre, muy humildes a tus plantas.
Niño que
estas en los brazos,
más hermoso que un clavel,
a tu madre que nos abra,
la venimos a ofrecer. |
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(Se abren las
puertas de la cancela y aparecen las cuatro purificadas y las que llevan
la rosca . Avanzan cantando hacia donde está la Virgen.)
Y
pues nos la concedéis,
Redentor de nuestras almas,
de rodillas por el suelo,
Os pedimos vuestra gracia.
Y para
que resplandezca,
en nosotros dicha tanta,
tomemos agua bendita,
para entrar limpias de mancha.
Al
señor cura rector,
pues que manda en esta casa,
también
pedimos licencia,
con petición muy cristiana.
A publicar el misterio
de esta solemnidad santa,
venimos con vuestra ayuda,
Madre de Dios soberana |
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( Se ponen de rodillas)
Y para que comencemos,
a elogiaros Virgen Santa,
rendidas a vuestros pies,
pido supláis nuestras faltas.
(Sale la
Virgen, detrás las que llevan las roscas y detrás siguen cantando)
En la
ley de Moisés,
ninguna mujer entraba,
al santo templo de Dios,
sin estar purificada.
Y para
entrar en el templo,
la ofrenda que acostumbraban,
era un cordero o paloma,
con cinco siclos de plata.
A las
pobres permitían,
pues en todo tiempo se hallan,
dos tórtolas o palomas,
lo que la ley observara.
Vais a
ofrecer vuestro hijo,
Madre de Dios soberana,
para que vean los hombres,
la humildad que en Vos se halla.
No
porque a Vos os obligue,
Madre de Dios soberana,
sino por dar buen ejemplo,
a toda alma cristiana.
Pues
Vos reina como pobre,
con la humildad que en Vos se halla, vais a cumplir con la
ley,
que Moisés os tiene dada.
A Vos
Reina de los Cielos,
no se entiende dicha manda,
estáis más pura que el sol ,
pues en Vos no se halla mancha.
Ahí
está el profetizado,
el profeta patriarca,
recibidle Simeón ,
dándole infinitas gracias. |
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(Se levanta el
sacerdote celebrante, coge al Niño de los brazos de su madre, lo pone
sobre el altar y las oferentes se retiran con las roscas, poniéndolas
sobre el altar del Santo Cristo. Las purificadas vueltas hacia el pueblo
siguen cantando:)
Recibidle
sacerdote
y mostradlo en el
altar
y admirad que es una ofrenda
de la Reina celestial.
La muerte de
vuestro hijo,
os la anunció Simeón,
ese fue el primer cuchillo
que pasó tu corazón.
Presentad
esas palomas,
que es la ofrenda acostumbrada,
que en la ley
de Moisés ,
todas las pobres llevaban.
Alégrense los
mortales,
muera de rabia el infierno,
que ya ha ofrecido la Virgen,
a Dios hombre verdadero.
Bendita seáis
Señora,
alabada seáis reina,
reverenciada de todos,
los nacidos de la tierra.
De corazón le
pedimos,
a esta soberana reina,
que a nuestro párroco dé,
salud y gracia completas.
A la señora
justicia,
que asisten a su gobierno,
pedimos que con tu hijo,
gocen de tu Santo Reino.
A
todo este auditorio,
Reina y Madre esclarecida,
pedimos que con tu hijo,
alcancen gracias cumplidas.
Y a nosotras
Virgen pura,
con la obediencia debida,
os pedimos vuestra gloria,
en saliendo de esta vida. |
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(Terminan
con un repique de pandereta y el pueblo emocionado aplaude. Continua la
misa y al final le ofrecen a la Virgen los niños nacidos en el año.)
Actualmente, terminada la celebración se reparten a los asistentes
pequeñas rocas de piñonate en el portal de la iglesia. Algunos años los
jóvenes del grupo folclórico Recordanzas ofrecen sus bailes de jotas en la
calle.
Después
de misa a las purificadas y oferente se les obsequia con una comida. El
mismo día, por la tarde, se rifan las roscas cuyas papeletas se han
vendido previamente. En la actualidad el dinero recaudado con la rifa de
las roscas se sigue dedicando a gastos de la parroquia y gastos de la
fiesta de Las Candelas
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LA COFRADÍA DE LA VIRGEN DEL
ROSARIO.
Se expone un poco de historia de esta cofradía por la gran relación que ha
tenido y tiene con la fiesta de Las Candelas.
Desde poco después de su creación, la cofradía de Nuestra Señora del
Rosario tenía tierras propias y ganado vacuno en la dehesa boyal del
pueblo. De estas propiedades recibía unos ingresos
en reales y maravedíes,
que debían ser
miserables, como los tiempos que corrían Estos ingresos,
juntamente con las recaudaciones del ofertorio, se dedicaban al
mantenimiento y culto de la parroquia.
Durante la desamortización de Mendizábal todas las propiedades de la
Iglesia se confiscaron y fueron a parar a manos del Estado que las
subastó, por lo que los ingresos procedentes de las anteriores propiedades
desaparecieron.
En la cofradía han existido cuatro libros, del primero no se sabe nada
pues se encuentra desaparecido, el segundo data de 1710 y solo se reflejan
los gastos y los ingresos pero no dicen nada de los usos y costumbres de
entonces. Todo lo que ha llegado hasta nosotros ha sido por tradición oral
de abuelos a nietos; por eso se saben algunas cosas de otros tiempos,
aunque muchas otras se han perdido en el olvido.
En relación
con esto, se sabe que la fiesta del 15 de agosto se celebraba con
misa solemne, procesión y ofertorio, además de baile en la plaza,
amenizado con guitarra y
tamboril.
Los vecinos hacían la ofrenda de los frutos de casa, huevos, dulces,
cereales, queso, cada cual lo que podía. Estas ofrendas se subastaban y lo
recaudado junto con lo del baile era para la Virgen. Cuando se dice lo
recaudado en el baile, es debido a
que cada mozo que
sacaba a bailar a una joven, tenía que depositar en la bandeja una moneda
ya fuese real o céntimo. Para hacerse una idea de la economía de aquellos
años, en el año 1904 se recaudaron en el ofertorio 40 reales y 10
céntimos. No se habla de pesetas hasta 1919. Estas celebraciones se han
perdido hace muchos años, así como la del Rosario, que era el primer
domingo de octubre.

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